
El niño se enfadó y se fue a su habitación. Juan el papá le dijo a María la mama: Es imposible Jorge se quiere pedir una tienda entera y su habitación está llena de juguetes y María dijo: ¡Es verdad! Jorge les oyó de hablar y dijo entre él que llevaban razón sus papás.
Llegó la hora del colegio y la profesora le preguntó a Jorge que cuantas cosas se había pedido, el niño dijo en voz baja: veinticinco, y la profesora se calló y no dijo nada. Cuando terminó la clase todos los alumnos se fueron y la señorita le dijo a Jorge que no se puede pedir tantas cosas. Sus padres se tenían que ir y el niño cambió de inmediato... pero se pidió quince cosas, cuando llegaron sus papás a casa, Jorge le dijo que había quitado diez cosas de la lista. Sus padres pensaron: Bueno, no está mal. Y le preguntaron que si los iba a compartir con amigos esos regalos. Pero Jorge no quería.
Pasó una semana, y un ángel del cielo le dijo que tenía que compartir sus regalos porque si no luego no iban a compartir con él. Entonces fueron a casa de Jorge muchos niños pobres y jugaron y se lo pasaron de maravilla.